septiembre 29, 2008

Machete sobre ruedas

“Estuve a punto de matarlo, pero había demasiada gente y no pude hacerlo”, comentaba risueño el taxista, hombre de 76 años, voz cascada e inquieta mirada.
Aunque a golpe de vista parecía serio, con la tranquilidad propia de una persona que lo ha visto casi todo y que ya sólo espera el reclamo de la naturaleza, que toma lo que parece nuestro pero que nunca dominamos, lo cierto es que su espíritu combativo salta en cuanto oportunidad hay.
Dicharachero y hasta coqueto, cuenta con orgullo sus aventuras al volante. Como aquella vez en que un par de jóvenes quisieron asaltarlo y para quitarle sus pertenencias le mostraron un cuchillo.
El anciano, que en ese entonces ya lo era, respondió sacando de abajo del asiento un largo machete para la siembra que en su juventud había sido herramienta y ahora era defensa. Los agresores escaparon, dejando en el carro su arma, su fama y el fruto de sus atracos.
Otra vez, el machete fue su lanza y el vocho verde, su Rocinante. Caballero de la Triste Figura, más por facha que por complexión pero tan osado como el hidalgo de La Mancha, vio de lejos cómo dos automóviles emboscaban a otro y tres malencarados pretendían plagiar a una joven. Nuestro aventurero en ruedas les lanzó el carro, bajó con su arma y espantó a los malhechores, tras lo cual recogió a la aterrada Dulcinea y la puso a buen recaudo, olvidando en su aventura al impactado pasajero que aguardaba en el taxi el fin de sus andanzas.
Dos veces le han asaltado: su machete fue inútil contra la pistola junto a su sien y contra dos drogadictos que lo llevaron hacia su pandilla para golpearlo hasta dejarlo inconsciente.
Una vez recuperada la salud pretendió recobrar su orgullo yendo a buscar a sus victimarios. Preguntando por ahí se enteró que uno había muerto en la cárcel y el otro deambulaba por el barrio. Su oportunidad para cobrarse el susto surgió al hallarlo durmiendo la mona en una banqueta.
“Pensé en pasarle el coche por encima, pero había público y no me atreví”, comenta aún enfadado el infeliz aventurero, que recorre la ciudad acompañado por su machete y sus ansias de servir.

septiembre 10, 2008

Absurdos infantiles

- "Cuando yo sea grande quiero ser Narcisa": una niña de 4 años hablando sobre la empleada doméstica.

- "Mamá, ¿verdad que don Pablo es mi abuelito": otra niña de 6 años que así manifestaba su amor por el jardinero.

- "Ya sé lo que seré de grande. Primero voy a ser sacerdote, luego obispo, luego cardenal y finalmente llegaré a Papa": algún chico amante de Dios pero del todo alejado de la teología.

Ahora unas traducciones al lenguaje de los peques:
1.- patrullar: atropellar
2.- coboloto: columpio
3.- ¡ságolo!: déjalo (un hermano defendiendo al otro de sus amieladas tías)
4.- tonterería: tintorería
5.- lete: leche
6.- primpesas: princesas
7.- cocótero: helicóptero
8.- pata de conejo: rábano (aún no comprendo porqué)

Algún día intentaré escribir una historia con esto, pero hoy no tengo idea qué hacer con esta cultura infantil.

Saludos