julio 29, 2008

Vidas atormentadas

Ha comenzado a llover otra vez y el sonido del agua retumba en mis oídos y en mi corazón.
La noche es hermosa y anima a recordar, a revivir momentos alegres yespeciales. Mágicos. De aquellos que guardamos en el alma para de vez en cuando sacarlos, desempolvarlos, sonreír un rato y volver acomenzar.
La vida es más dura de lo que a Dios gracias solemos recordar. Pero también es como esa maravillosa tormenta, que nos hace brincar al oír un trueno, asombrarnos por los bellos rayos y nos lava el alma con gotas pesadas que terminan de caer cuando consideran que han limpiado los restos sucios y desagradables que la existencia nos deja.
Que Dios les permita ver muchas tormentas y, mejor aún, empaparse con ellas.
Que Dios les dé muchos momentos mágicos que les permitan comenzar cada vez que se sientan perdidos, solos y limitados.
Que Dios les llene de días luminosos, llenos de risas y cantos, de brazos amigables y besos suaves, profundos y cálidos.