mayo 22, 2008

Caminando

Hoy sólo tengo ganas de escribir. De llenarme el alma con recuerdosde risas y canciones. De caminar bajo la lluvia y pensar.
Meditar en lo que sé y en todo lo que me hace falta.Y en el camino encontrar una mano delgada, fuerte, de largos dedosy más largas ganas. De sentir el abrazo desinhibido y fiel de alguien que no espera nada, que quiere darlo todo. De soñar que algún día despertaré para ver que mi realidad es bella y que no necesito dormir para vivir.
Alguna vez alguien que no considero sabio, ni siquiera atinado, dijo que la vida es un intercambio de valor por valor, tú me das y yo te doy. Mi espíritu se niega a creer esa visión, pero aún si fuese verdad, sería fácil hallarle coherencia.
Porque en mi vida está el dar y como vuelto desea… sólo te desea a ti.
Un fuerte vendaval que azote el rostro expectante y la sonrisa enciernes. Una tormenta de luz y sonido que me haga vibrar con cada nube que suspira y que deja ver su pasión en diáfanos y esplendorosos destellos.
Un acogedor abrazo del Sol, que no quema, sólo acaricia y te hace sentir todo su poder en un cálido y eludible rayo.
Es ahí donde está la paz, donde aguarda expectante la ansiada tranquilidad de saber que estás bien, que vives y que un día, sin ningún aviso, lograrás deshacerte de esa pesada capa que durante una eternidad te ha protegido sólo para revelarte ante él.
Sólo ante él.