junio 11, 2008

Canciones para la vida

Una sola letra en labios de mi mamá se convertía en un arrullo que hoy atesoro y extraño, pues su "mmm" agudo y bajito con el que tarareaba "El rincón de los niños" (suite para piano de Claude Debussy) tranquilizaba y convertía el ajetreado día en un momento íntimo en el que sentía su calor y su amor.
Mi padre, en cambio, alejaba el letargo matinal con un vocinglero y estruendoso "O fortuna, velut Luna..." de Cármina Burana que nos acompañaba en todo el recorrido hacia la escuela y del que a unos causaba azoro y risa, mientras que a nosotras nos apenaba. Lo cierto es que con el tiempo acabamos acompañando sus cantos.
Embelesado ante la Rapsodia en Azul de George Gershwin o bailando alrededor de la mesita de la sala con mis pies en sus zapatos brillantes y canturreando Ramona, mi abuelito Delfino crecía ante mis ojos.
Sé que Mamanita canturreaba todo el día mientras hacía sus labores domésticas, pero yo recuerdo más un día en que quisimos estrenar el nuevo aparato. Como tardaba en sonar, creímos que no tenía volumen y le subimos. Menudo brinco dimos ambas cuando las trompetas anunciaron a toda la calle nuestra ignorancia al ritmo de las fanfarrias de la 20th Century Fox.
En cambio abuelita Tencha era un reproductor constante de toda clase de canciones. Iniciaba el día con Las Mañanitas, que entonaba en honor a la Virgen María mientras tendía su cama, y a lo largo del día la escuchaba alegre con el "Tipitipitín, tipitín. Tipitipitón, tipitón. Todas las mañanas bajo su ventana canto esta canción".
Haciendo memoria nos contaba que le cambió la letra a una canción, que ahora sé que se llamaba "Martha", para que dijera "Beto, capullito de rosa. Cris, del jardín linda flor" en honor a sus hijos. Y al estar próxima al que fuera su destino no faltaba la famosísima "Ya vamos llegando a Pénjamo".
Pero la hilaridad se desataba entre las nietas aquellos sábado en los que se reunía con sus hermanas, primas y amigas, que azoradas pretendían callar a una de ellas que escandalizaba al entonar una canción que decía "ese amor es mi hombre, es mi amante sincero... ¡Es mi hombre!"
También los niños teníamos nuestras particularidades, desde el jingle “Nueeeva leche búlgara Danone, sabrosí-í-í-ísima” que mi padre odiaba, hasta “La puerca negra” que se convirtió en un clásico del ingenio de Mariana.
Pablo atosigó con la obra “Cuando era niño” de Armando Manzanero; Jo y Paco con “Unchained melody” a la que consideran su canción; Eva se hizo odiosa con “La puerta de Alcalá”, pero desquició a sus compañeras de cuarto y de casa con un casete
Gualus aburría con tanta trova y el disco de éxitos de Mocedades que sonaba cada 45 minutos hubo que ser enviado al exilio antes de que mi padre olvidara que Montse también era su hija. Pero el horror lo monopolizaba Cristina, que no tenía parangón al moverse al ritmo de “mi Matamoros querido…” o peor aún con “Tuvimos un sirenito…” de Su maestro Rigo Tovar.

6 comentarios:

Golfante dijo...

Pues yo he de confesarles que me he maravillado con la diversidad musical que caracteriza a la familia ponce, que bien describe mi querida evita en este "breve espacio" y mientras leia recorde, como en una ocasión mientras veiamos "La Boda de mi mejor amigo" en aquel añorado antecomedor de Cd. Satélite, durante la escena en donde van a una prueba del menu para la boda y se escucha:

"The moment I wake up...
...Before I put on my makeup..
I say a little pray for you...."

fue tal mi sorpresa cuando de pronto fue apareciendo el resto de la famila ponce, a cantar al unisono esa cancion que para mi era totalmente desconocida, pero al parecer gustaba!! jeje y mucho!!(=S) el volumen de la tv aumento casi al maximo y en pocos momentos se encontraba reunida la familia entera cantando entre rias y aplausos:

"... Forever and ever
You´ll stay in my heart
And I will love you
Forever and ever..."

ya despues me entere que hasta el Sound Track tenian y que esa parte ademas del final es lo ke mas aprecian de esa pelicula jeje.

saludos a toda esta maravillosa familia, y a ti evicho, muchas gracias por hacernos recordar esos momentos tan extraordinarios que seria yo sin la familia ponce.

lqm

Eva en la Luna dijo...

Ay niño, tú eres parte de la familia Ponce, seguro también ya cantas esa canción igual de desafinada y a gritos que el resto de la tropa, ¿o no? (no me dirás aquello de "yo sí sé cantar y no desafino, eh"). Te mando un beso

Gaviota_mx dijo...

Jajaja El sirenito!

La diversidad en el gusto musical habla bien de la cultura familiar :-)

Besos

Anónimo dijo...

si
rigo es amor
y
rigo murio
;.

jajajanunka nuna olvides

barney es un dinosaurio....

jajajaja

Bond, Jeanne Bond dijo...

No cabe duda de que el gusto musical de los Ponce es de lo más ecléctico. Me sacó de concentración el comentario de Golfante, pues de éso justamente trataba mi siguiente post. En fin, lo guardaré en el archivo. Besos para Eva.

Eva en la Luna dijo...

Barney es un dinosaurio
farmacodependiente,
cuando se emborracha es realmente impertinente...

Le preguntaré a Cris qué sigue, que ya no recuerdo...

Caray, cómo ha infliodo Barney en nuestras vidas, creo que deberé escribir de él.